domingo, 25 de septiembre de 2011

Barcelona, día 24 de septiembre de 2011

Ficha técnica:

Ficha del festejo:
Monumental de Barcelona. Tres cuartos de entrada en tarde nublada. Toros de Núñez del Cuvillo, de dispar comportamiento. Mejor el lote de Manzanares, bravo el segundo, complicado el quinto. Deslucido el cuarto, noble y sin fuerza el primero. Un sobrero de Juan Pedro Domecq en séptimo lugar, bueno.
Tras el paseillo el público sacó a saludar a todas las cuadrillas y Morante de la Puebla regaló el sobrero.

Morante de la Puebla (de catafalco y azabache con remates en blanco): Silencio, pitos y dos orejas en el de regalo.

Julián López "El Juli" (de catafalco y oro): Dos orejas y oreja con petición de la segunda.

Jose Mari Manzanares (de tabaco y oro): Dos orejas y dos orejas.

Crónica:
Ahí os queda eso. Esa producción artesanal de felicidad que es el toreo. Ahí os queda. Ese manual sin regla de la sonrisa y la fe, ese rito hondo de la amistad que reúne el arte del toreo. Ahí os queda. Por una entrada el mundo entero. Y los que no se han inventado. Ahí quedan tres cuadros, tres artistas, tres esculturas, tres idiomas en la creatividad a corazón partido de tres pedazos de hombres y de toreros. Juli, Manzanares, Morante. Sin usar la palabra, el idioma que tanto os preocupa, éste en el que escribo. Sin hablar chino ni ruso ni catalán, capote y muleta. Que os da pavor el toreo a los que usáis la gramática no para comunicar ni crear, sino para conjugar el verbo prohibir. Ahí queda eso, Mas, Montilla, PROU, Anselmi y demás aldeanos cainitas y torticeros que estáis haciendo de Barcelona una pedanía de la estulticia. Ahí queda el lenguaje sin gramática del toreo pues tardes como hoy son arte en su esencia. El lenguaje del arte. En qué idioma se escribe . Ahí va en el vuestro: “ahí queda aixó”. Por los siglos de los siglos. Para generaciones y generaciones que hablarán en el idioma que sea de esta tarde en donde el toreo hizo, dijo y creó el arte.
Medio escondida la tarde en la timidez de un cielo triste y gris, acudimos al primer acto del entierro de un vivo. Tan vivo. Las gentes se saludaban a la entrada de la misma manera que se saluda en el quicio de la puerta a un hermano, a una mujer deseada, a un padre que llega o a un hijo que no estaba. Esto es el toreo. Para gritar luego su libertad en los entreactos de una corrida del siglo, de los siglos que vengan. Libertad. Pedazo de palabra que se escribe a compás de un capote y con el timbre de una muleta de Juli, Manzanares y Morante. Con la corrida que no falló de Cuvillo, me pregunto, en qué idioma habla el toro bravo. En qué idioma habla el lote exigente y hasta duro de Juli, el suave de seda y algodón de Manzanares y el par tan en rebeldía contra Morante. Hasta en eso la tarde nos fue fiel desde el cero hasta el infinito. Esa bronca hermosa y bella que se traía Morante cosidita en los vuelos de su muleta arrastrada al caminar despacio hacia las tablas mirando a la nada, se transmutó en explosión del júbilo en mil dimensiones que es su arte. El arte del toreo.

Tampoco sé en qué idioma habla el azar, pero fue elegante y justo. Los toros de hierro para El Juli. Uno enrazado y de temperamento, de fondo fuerte y embestida exigente, apretando mucho siempre y más por el pitón izquierdo. Ahí estaba ese torero alternando las manos, derecha e izquierda, en la boca de riego. De querer quedarse ahí a romper hasta allá, ahi es nada. Mano por delante, poderosa y firme, y cada vez más por abajo. Tuvo el toro ritmo escaso hasta que el torero lo hizo romper para adelante y como era tozudo al no querer irse tras los vuelos de la muleta, surgió un toreo ceñido y emocionante, hondo. Cambios de mano de lujo. Una granadina ligada con un muletazo cambiando la embestida de pitón. Cerró faena antes de una estocada. Y sí de hierro. Fue el segundo, el quinto se descaró convencido de su bravuconeria. Descarado en tipo y miradas, pudo la emoción del riesgo en una faena de no a pasar, de apostar, de estar muy firme, de perder pasos con el toro quedándose muy corto. Otra vez alternó El Juli las dos manos y hasta por el pitón derecho, por donde el toro osaba menos y con la cara por arriba, le dio fiesta. Se le pidió la segunda oreja pero a estas alturas de la narrativa sólo se puede decir: ahí os queda eso.

Largo y fino, el tercero manseó con evidencia pero fue toro que, una vez tomado el celo que Manzanares le dio, rompió a embestir muy bien por el pitón derecho. No le apretó el torero al principio dada su condición, luego sí, alargó, muy por abajo. Se venía el toro y se abría mucho permitiendo a Manzanares colocarse esperando con la muleta por delante para recogerlo en pases lentos y largos, de gran hondura y belleza. Se acordó el toro de su condición y cuando le bajó la mano en un natural, le echó la cara a la suya. Aún rajado le sacó otra tanda cerca de las tablas antes de empecinarse en una estocada recibiendo que no cayó en su sitio, pero la derecha había sido de kilates. Zancudo el sexto, de calidad y poca fuerza, el torero lo vio claro. Paciencia, tiempos, esperar, pocos pases, hasta poder hacer ese toreo de suave enganche y largo trazo por los dos pitones, cambios de mano, a pases de ocho, ... Todo muy caro. Otra estocada recibiendo y un gesto de ahí queda eso.
Eso dijo Morante, que cambió de opinión y cambió la moneda. De mentarle a la madre a ser un Dios. Tal cual. Salió el primero de buenas hechuras pero condición anodina en clase y bravura y andaba oír allí el torero hasta que una voz se atrevió a decirle que se pusiera a torear. A él. A Morante. La respuesta fue tocarle los costados al toro antes de mala estocada y rosario de descabellos El cuarto fue el más feo de tipo y a la que le sacó temperamento por abajo en el incio de faena, abrevió antes de la bronca enorme y bella y grandiosa. Pero pidió el sobrero y allí la tarde fue a la querencia de lo memorable. Uno de Juan Pedro, entipado y bueno al que toreó a la veronica como nadie va a torear a la verónica. Ahí queda eso. Y luego el quite por el mismo palo con una media cumbre en las cumbres y se va y les dice que si ponemos banderillas. Los tres. Al cuarteo El Juli; al violín Manzanares y muy en la cuna Morante, y el juego de los tres delante de la cara del toro.

Lo que venía después dependía de lo que aguantara el toro, que aguantó y fue a más y permitió esa firma de arrebujarse y ceñirse cada vez que el torero dibujaba un muletazo tras otro. Se inventó un afarolado con la derecha al inicio de una tanda aunque luego no pudo ligar el muletazo. Y de mitad de faena hacia adelante, ese toreo de compás con la mano izquierda con el lenguaje de los que no se pueden parir mejor para torear. Y estocada. Y ahí queda eso, a ver quién lo arregla ahora. Cientos de gentes y una bandera bajaron el ruedo en una vuelta gloriosa. A los tres se los llevaron en volandas por la Gran Vía no se para dónde porque yo iba en dirección contraria. La dirección de los prohibidores aldeanos que van en la direccion contraria de la vida, del arte, de la sensibilidad haciendo tortura a la inteligencia del ser humano. Ahí queda eso. Ahora a ver quién lo borra. Vais a tener que legislar contra la memoria que sale de esta tarde de toros pero ni con esas lograréis que nos llegue el olvido. Panda de chuflas.

Fuente: Mundotoro.com













Fuente: Aplausos.es











Fuente: Mundotoro.com

Enlace de la faena al sobrero.

http://www.mundotoro.tv/#videoId=32021201

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Salamanca, día 13 de septiembre de 2011

Ficha técnica:

Ficha del festejo:
Plaza de toros de Salamanca, tres cuartos de plaza. Toros de Garcigrande (5º y 6º) y Domingo Hernández. El quinto, "Burgués", número 39, negro, de 560 kilos, premiado con la vuelta al ruedo.

Morante de la Puebla (de carmín y azabache): Ovación con saludos y bronca.

Alejandro Talavante (de malva y oro): Oreja y dos orejas.

Cayetano (de azul añil y oro): Silencio y Palmas.

Crónica:
Alejandro Talavante ha salido a hombros de la plaza de toros de La Glorieta tras cortar tres orejas en otra tarde rotunda del extremeño. Talavante desorejó al extraordinario toro de Garcigrande que salió en quinto lugar y que fue premiado con la vuelta al ruedo. Talavante toreó perfecto en una labor de enorme intensidad y emoción, especialmente sobre el pitón derecho. Muletazos de mano baja, sometiendo mucho al toro que respondió con clase y nobleza. Por la izquierda el toro se quedó más corto y aun así consiguió una serie en la que toreó muy lento sin que su labor bajara de nivel. Finalizó con detalles muy toreros, variados y personalísimos.

Anteriormente, el extremeño sumó un trofeo de su primero, otro toro que tuvo calidad pero al que no le sobraron las fuerzas. Lo cuidó el extremeño hasta lograr los mejores muletazos sobre la mano izquierda por donde lo llevó largo en una labor que tuvo momentos de mucho sabor. Una estocada al encuentro dio paso al trofeo.

Morante de la Puebla saludó una ovación ante el que abrió plaza, un toro que tuvo calidad aunque adoleció de cierta falta de fuerza. El sevillano tan sólo pudo dejar un par de series sobre la mano derecha de mucho temple y empaque. Mató de pinchazo y media estocada. A su segundo no lo quiso ni ver y pronto se fue a por la espada escuchando la sonora bronca del respetable.

Cayetano sorteó en tercer lugar un toro con calidad pero que no terminó de romper. Cayetano no le cogió ni la distancia ni el tempo en una labor larga que remató de estocada. Salió decidido ante el sexto iniciando la faena de rodillas en los medios, sin embargo la faena no prendió y tras pinchazo y estocada escuchó palmas.

Fuente: Aplausos.es







Fuente: Carlos Perelétegui y Aplausos.es

martes, 13 de septiembre de 2011

Murcia, día 12 de septiembre de 2011

Ficha técnica:

Ficha del festejo:

Plaza de toros de Murcia. Más de media plaza. Toros de Jandilla y Vegahermosa (3º y 6º). Sobresalió el gran quinto, bravo, con transmisión y mucho poder.

Morante de la Puebla (de grosella y azabache): Bronca y oreja.

Alejandro Talavante (de verde y oro): oreja y dos orejas.

Cayetano (de gris perla y oro): Silencio y silencio.

Crónica:
Alejandro Talavante ha cortado tres orejas esta tarde en la plaza de toros de La Condomina de Murcia. El extremeño paseó un primer trofeo a la muerte del segundo, un toro feote de hechuras pero que tuvo intención de embestir. El animal tuvo el fondo justo y se paró pronto, pero mientras duró se movió con nobleza, aunque sin excesiva clase. Alejandro anduvo firme y dispuesto con él en una faena larga coronada de una gran estocada.

Dos apéndices más se llevó del quinto, "Regidor", un toro terciado, más bien chico, seriecito por delante pero tremendamente bravo y de mucha potencia y transmisión, de los que quieren coger siempre los trastos por abajo. Talavante anduvo firme pero sin llegar a someter la bravura ni a torearla en toda su dimensión. Estuvo bien con el toro, sobre todo por su quietud, pero no logró muletazos rotundos. Labor más de dejar pasar y aguantar al toro, que de torear, conducir y someter la embestida. La estocada fue buena.

Morante de la Puebla abrevió con un primer toro de Jandilla vareado pero con dos leños por delante y que fue deslucido y embistió con la cara por arriba, sin escupirse nunca de los vuelos de la muleta. Las dos primeras series salieron enganchadas, sintiéndose incómodo el torero, que optó por abreviar ante el enfado del público. Además, dio un mitin con el descabello. Al cuarto, un toro burraco de preciosas hechuras, le pegó cinco lances a la verónica extraordinarios que sin duda fue el pasaje de mayor categoría de la tarde. El de Jandilla, que también se llevó puesto un quite por chicuelinas con aromas de otros tiempos, tuvo fijeza, prontitud y cierta alegria, pero protestaba y se metía por dentro cuando se le obligaba, sin llegar a deslizarse nunca con entrega. Faena de más intención que logros de Morante, que remató al toro de una estocada ladeada y atravesada.

Cayetano pechó primero con un toro tan noble como soso y venido a menos. El de Vegahermosa, bonito y bien hecho, se rindió demasiado pronto y la faena del madrileño tuvo buenas formas pero quizá pecó de falta de ataque. Mató de estocada de lento efecto. El bonito sexto fue noble aunque apagado y frente a él el menor de los Rivera Ordóñez nunca llegó a comprometerse. Lo más destacable fue el torero saludo a la verónica rodilla en tierra que protagonizó de salida.

Fuente: Aplausos.es









Fuentes: Verónica Soriano y Aplausos.es

lunes, 12 de septiembre de 2011

Dax (Francia), día 11 de septiembre de 2011

Ficha técnica:

Ficha del festejo:
Plaza de toros de Dax. Lleno de "no hay billetes". Última de la Feria Toros y Salsa. Toros de Victoriano del Río y uno (4º) de Toros de Cortés, muy terciados de presencia, de desigual juego. Mejores tercero y sexto.

Morante de la Puebla (de catafalco y oro): bronca y silencio tras aviso.

Julián López "El Juli" (de verde hoja y oro): silencio y ovación.

Manuel Jesús "El Cid" (de azul marino y oro): ovación tras petición y aviso y ovación

Crónica:
A la misma hora del años pasado salíamos de la plaza pegando pases. Fue una cumbre en toda regla de la misma terna que hoy frente a la misma ganadería. Hoy también han embestido toros pero la afición de Dax tiene un contencioso muy grande con sus gestores. El ambiente enrarecido nunca ha permitido que el espectáculo coja vuelo. Además la diminuta presentación de algunos de los toros de Victoriano y la falta de fuerza ha sido la gota que colmó el vaso.

El espectáculo se ha acabado con una monumental bronca, triste epílogo a la temporada de una plaza emblemática en Francia. El primero de Morante, no dio opción a su toreo, porque pronto se quedó corto y el de La Puebla abrevió. Con el bonito y bonancible 'burraquito' cuarto parecía que podía despegar la labor de Morante, hubo momentos de mucha calidad, pero la falta de continuidad del burel en sus embestidas no dejó que despegase la faena.

Juli sorteó primero un castaño que tenía dificultad para empujar para delante, quizá lastimado de los cuartos traseros. Aún así hubo algunos momentos de esperanza pero el de Victoriano se derrumbó varias veces. Su segundo, que tampoco andaba muy boyante de intenciones, sí tuvo calidad y Juli estuvo mucho tiempo utilizando su proverbial técnica para meter a la par toros y público en la canasta. Mucha paciencia tuvo Julián pero lo estropeó todo con los aceros y perdió una oreja.

A El Cid le tocó el mejor de la tarde en primer lugar, un diminuto y muy bonito toro que no paró de embestir y bien, con clase y boyantía en la muleta del de Salteras. El Cid lo toreó muy bien, a placer, como si de un tentadero se tratase, pero tan escasa presencia restó importancia a su labor. El sexto también ha sido un muy bien toro de Victoriano con el que volvió a estar entonado El Cid, le pegó muchos pases sintiéndose cada vez más a gusto y sin embargo el público nunca quiso entrar para apoyar al torero. Comportamiento injusto, premeditado, pues a estas alturas el cónclave ya esperaba que doblara el sexto para poder expresar su descontento sin ambages.

Fuente: Mundotoro.com







Fuente: Javier Arroyo. Aplausos.es

domingo, 11 de septiembre de 2011

Arles (Francia), día 10 de septiembre de 2011

Ficha técnica:

Ficha del festejo:
Plaza de toros de Arles, tres cuartos de plaza. Toros de Zalduendo, 1º) Justo de raza y algo incierto. 2º) Encastado. 3º) Noble, sin transmisión. 4º) Agarrado al piso. 5º) A menos. 6º) Deslucido. El ruedo de la plaza fue decorado por el pintor Claude Viallat, que dibujó un toro de color rosa en un círculo azul. El paseíllo se hizo con la música de la Peña Chicuelo II y un coro de cantaores.

Morante de la Puebla (de catafalco e hilo blanco): División de opiniones y ovación con saludos.

Julián López "El Juli" (de obispo e hilo negro): Oreja y oreja protestada.

Juan Bautista (de nazareno e hilo negro): Dos orejas y silencio.

Crónica:
El primer zalduendo del festejo, correcto de presentación, fue recibido con notables verónicas de Morante de la Puebla. El animal tomó un primer puyazo empujando pero defendiéndose y recibió un simple picotazo en la segunda entrada al caballo. Morante quitó por verónicas y templada media y, muleta en mano, dejó suaves muletazos por ambos lados pero enseguida se vino abajo el de Fernando Domecq, mostrando poca raza. Mató mal el sevillano y se dividieron las opiniones.
Segundo toro bien presentado al que El Juli saludó con cuatro verónicas y media de bella factura. El toro tomó un puyazo y el madrileño quitó por chicuelinas y revolera. Faena importante porque el toro tenía mucho motor pero cabeceaba y no paraba de moverse. Julián arrancó con unos doblones poderosos y puso toda la carne en el asador para sacar brillo en la faena, imponiéndose a la encastada condición del toro bajo continuas ovaciones del público. Mató de pinchazo y gran estocada y, aunque la faena era merecedora de las dos orejas, el público sólo pidió una.
Saludó Juan Bautista al tercero con dos largas de rodillas. También de hinojos arrancó su faena de muleta en una labor en la que tuvo que poner el francés toda la emoción que le faltó a su oponente que, eso sí, fue muy noble. Se metió al público en el bolsillo con pases de todas las marcas sobre las dos manos, finalizando con redondos, cambios por la espalda, capeínas… Finiquitó al de Zalduendo de una gran entera recibiendo.
Esfuerzo y tesón de Morante con el cuarto, un toro bien presentado y con pitones al que logró sacar derechazos de uno en uno pero con mucho sabor. Faena no redonda por las condiciones del toro pero sí con detalles de mucho sabor y torería. A pesar de pinchar tres veces el público le obligó a saludar.
El quinto fue otro toro bien presentado, con abundantes pitones pero con el que El Juli no pudo lucir de capote. Con la muleta lo mejor llegó con la mano derecha, abriendo el compás y toreando bien. Cuando agarró la zurda el toro se rajó y tuvo que ir sacando los muletazos de uno en uno y a base de insistir. No gustó al público el final de cercanías metiéndose entre los pitones del toro. Mató de gran estocada.
No tuvo demasiadas opciones Juan Bautista en el sexto, un ejemplar que perdió las manos en los primeros tercios y que apenas le dejó brillar en la faena de muleta. Lo intentó con tesón el francés, pero el poco fondo del de Zalduendo imposibilitó cualquier atisbo de lucimiento. Estocada entera.

Fuente: Aplausos.es





Fuente: Isabelle Dupin. Aplausos.es

viernes, 2 de septiembre de 2011

Melilla, día 1 de septiembre de 2011

Ficha técnica:

Ficha del festejo:
Plaza de toros de Melilla, más de tres cuartos de plaza. Toros de Hermanos Tornay, mejores 4º y 5º.

Enrique Ponce (de azul rey y oro): oreja y dos orejas y rabo.

Manolo González (de verde botella y oro): saludos tras petición y dos orejas.

Morante de la Puebla (de fucsia y oro): saludos tras petición y ovación.

Crónica:
Enrique Ponce ha paseado tres orejas y un rabo en el festejo que está celebrándose en estos momentos en la plaza de toros La Mezquita del Toreo de Melilla. El valenciano obtuvo un trofeo del toro que abrió plaza, un ejemplar de pelo castaño oscuro con el que el de Chiva instrumentó una faena con altibajos y falta de ligazón por la poca fuerza de su oponente. El toro tuvo nobleza pero no acabó de romper por la falta de fuelle pero, aun así, el de Chiva dejó templados pasajes por ambos pitones, especialmente con la mano derecha. Mató de estocada levemente trasera y desprendida y paseó un trofeo. Con el cuarto armó un auténtico alboroto. Fue haciendo al de Tornay poco a poco hasta terminar toreándolo a placer en un auténtico despliegue de su tauromaquia. El público le ovacionó puesto en pie antes de que entrara a matar el valenciano, algo que realizó con prontitud y facilidad, convenciendo al presidente para que concediera los máximos trofeos.

El segundo tuvo buen son de salida pero perdió fuerza en un par de volantines que sufrió. Manolo Sánchez brindó al público pero se encontró con que a las primeras de cambio el de Tornay buscó el refugio de las tablas. Lo mejor llegó en el final de faena, con muletazos profundos extraídos de uno en uno pues el animal no daba para más. Dejó una estocada corta y saludó una ovación tras petición de oreja. El colorado quinto tardó quince minutos en salir de chiqueros pero, cuando lo hizo, se dejó en los engaños del vallisoletano, que aunque no pudo cuajar una labor redonda, sí dejó esbozos de su buen gusto toreando sobre la mano izquierda. Mató de forma efectiva y paseó el doble trofeo.

Morante de la Puebla se estiró bien a la verónica en el tercero, otro toro de escasas prestaciones y que también dio una voltereta durante su lidia. En la faena de muleta poco pudo hacer el de La Puebla, aunque dejó algunas pinceladas de su arte en tres molinetes de enorme torería. Mató de media estocada y saludó otra ovación tras petición de oreja. Pudo haber cortado una oreja del sexto tras una faena en la que dejó chispazos de su tauromaquia, pero falló varias veces con la espada y todo quedó en palmas.

Fuente: Aplausos.es