viernes, 27 de abril de 2012

Sevilla, día 26 de abril de 2012

Ficha técnica:

Ficha del festejo:
Plaza de Toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Lleno de "no hay billetes". Toros de Núñez del Cuvillo desiguales de presentación y juego. 1º bis) bueno, 2º) Manejable por el derecho, sin gran clase, 3º) A menos, apagado, 4º y 6º) Deslucidos, 5º) Complicado, moviéndose pero sin ritmo ni calidad. López Simón tomó la alternativa con "Juncoso" Nº 154, negro de 530 kg y nacido en enero de 2008.

Morante de la Puebla (de tabaco y oro): Silencio, silencio y palmas en el que mató por López Simón.

Jose Mari Manzanares (de azul marino y oro): Silencio y saludos.

López Simón (de blanco y oro): oreja tras aviso. (Tomaba la alternativa)

Cuadrillas: Saludaron en banderillas la cuadrilla de Jose Mari Manzanares.

Crónica:

"Asustado", de Cuvillo, primero de la tarde, toro estrecho de sienes, tocado arriba y de llamativo pelo melocotón, fue devuelto por flojo a los corrales. En su lugar salió el primer sobrero, "Juncoso", nº 154, negro, de 530 kilos y nacido en enero de 2008, también de Cuvillo y con el que tomó finalmente la alternativa Alberto López Simón. El torero, que se fue con la muleta en los medios para ejecutar varios cambiados por la espalda, terminó echando las dos rodillas en tierra para instrumentar una redonda serie sobre la diestra. El animal, de distintas hechuras al anterior pero también de bonita estampa, embistió bien a la muleta del de Barajas, que, ya de pie, anduvo templado y centrado toreando con ambas manos, siendo fiel a su personalidad. Se volcó a la hora de entrar a matar, siendo prendido y herido en la cara interna del tercio medio del muslo derecho. Paseó una oreja ganada a ley y pasó por su propio pie a la enfermería. No pudo matar al sexto.

No hubo acople entre Morante y el colorado chorreado que hizo segundo, un ejemplar manejable aunque sin gran clase con el que el de La Puebla apenas esbozó algún detalle toreando sobre la mano diestra. Lo despenó con corrección y fue silenciado. El deslucido quinto no le dejó inspirarse tampoco y en este ni siquiera pudo dejar detalles sueltos. Ante el sexto, que debió estoquear el herido Simón, bordó la chicuelina, que le salió en el quite alada y plena de arte y sevillanía, aderezado todo con dos medias de antología. El arranque con la muleta fue de una torería excepcional pero el de Cuvillo comenzó a protestar y a defenderse y no dio opción.

Manzanares saludó con mucha decisión con el capote a su primero, al que ganó terreno con gran facilidad. Bien picado por Barroso y mejor banderilleado por Trujillo y Luis Blázquez, que saludaron montera en mano, perdió pronto fuelle en la faena de muleta. Manzanares, muy poderoso en las primeras series, acabó pronto con el gas del cuvillo, que se vino pronto abajo. Mató de pinchazo y estocada corta.

Ante el quinto se inventó la faena y, de no haber pinchado y matado después de estocada baja, habría cortado una oreja. Recibió a la res el alicantino con verónicas, chicuelinas, tafalleras y torera media de rodillas. Curro Javier hizo sonar la música en banderillas y saludó montera en mano. Manzanares toreó con temple y mano baja, llenando mucho la escena y tapando los defectos del toro en una labor importante técnicamente y que contó con vistosos adornos como molinetes y cambios de mano. Puso todo el torero, muy por encima del de Cuvillo.

Parte facultativo: López Simón presenta una herida por asta de toro en la cara anterior del muslo derecho tercio medio, que interesa musculatura de vasto interno, presentando una trayectoria ascendente de 7 cm. Se hace limpieza de tejidos, hemostasia y sutura. Pronóstico Leve. firmado el Dr. Octavio Mulet Zayas.

Fuente: Aplausos.es









Fuente: Aplausos.es

domingo, 22 de abril de 2012

Sevilla, día 21 de abril de 2012

Ficha técnica:

Ficha del festejo:
Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Casi lleno. Toros de Garcigrande y dos de Domingo Hernández (2º y 6º) mal presentados, varios de ellos anovillados y deslucidos salvo el manejable 4º. El Fundi fue obligado a saludar montera en mano al finalizar el paseíllo.

Jose Pedro Prados "El Fundi" (de celeste y oro): ovación con saludos y vuelta tras leve petición.

Morante de la Puebla (de barquillo y azabache): pitos en ambos.

Sebastián Castella (de catafalco y oro): Silencio en ambos.

Crónica:

Mucho más se esperaba del décimo festejo de abono en Sevilla. Sólo El Fundi, que decía adiós a la afición de la Maestranza, logró dar una vuelta al ruedo y estuvo a punto de cortar la oreja del cuarto, el animal más potable de la deslucida y mal presentada corrida de Garcigrande y Domingo Hernández puesta en liza. Morante de la Puebla fue pitado en sus dos turnos y Sebastián Castella fue silenciado.

El Fundi saludó una ovación con el toro que abrió plaza, un animal que no fue fácil por la escasa uniformidad de sus embestidas. Le costó entregarse al toro de Garcigrande, que apenas fue picado y llegó moviéndose al último tercio. El de Fuenlabrada, torero y templado con la capa de salida -notable fue la media de remate-, anduvo por encima del toro, que por los dos pitones de mitad de serie en adelante se acostaba y protestaba. Mató de estocada tirándose con gran rectitud.

Dio una vuelta al ruedo a la muerte del toro de su despedida en Sevilla. El madrileño, que en el toro anterior dejó un gustoso quite por chicuelinas coronado con templada larga cordobesa, volvió a rendir homenaje a Chicuelo para llevar al toro al caballo y en otro quite posterior. Además, en el saludo ejecutó tres medias verónicas de cartel. Con la muleta, aprovechó la manejable condición del castaño animal, que metió bien la cara por ambos pitones aunque es de justicia decir que cayó en muy buenas manos. Importante estuvo el torero por ambos lados, especialmente toreando al natural, dando siempre al toro un tiempecito fundamental entre los muletazos. La música sonó a destiempo y el torero mandó a la banda parar. Faena templada y torera, rematada de pinchazo y excelente estocada.

No estuvo a gusto Morante con el segundo, un toro justo de presencia que tuvo nobleza pero que contagió su sosería y falta de raza y clase al sevillano, que abrevió con él antes de despacharlo de media estocada en lo alto. Con el capote dejó varios lances de su exquisito concepto como un par de verónicas en el quite, la media de remate en el saludo y un recorte precioso para dejar al toro en suerte en el caballo.

El burraco quinto, abanto de salida, no dejó estar a gusto al de La Puebla con el capote. Aún así, dejó un par de lances de barroca expresión y antes, con el toro del adiós de El Fundi, entró en quites por verónicas dejando una cuarta sencillamente sublime. Con la muleta, con el toro embistiendo con desigualdad, tampoco lo vio claro el torero que, eso sí, dejó una trincherilla y un par de derechazos excelentes. Entró a matar con habilidad y falló con el descabello.

El anovillado ejemplar que hizo tercero embistió brusco y sin clase a los engaños. Sebastián Castella, bien de salida con el capote, arrancó su labor muleteril por alto pero luego, a pesar de su gran firmeza, no pudo lucir dada la violenta condición del toro. Mató de estocada entera. En el tercio de banderillas resultó volteado Javier Ambel. El torero de plata expuso en sus dos pares, siendo alcanzando en el segundo de ellos librándose de milagro de la cornada. Saludó montera en mano y también pudo hacerlo José Chacón, excelente en la brega.

Al castaño sexto lo paró con facilidad en los medios. Realizó primero un buen quite por verónicas y otro después por chicuelinas. Brindó al público la muerte de un toro que repitió con emoción aunque sin clase en las primeras series, con el francés aguantando con mucha firmeza y determinación sus acometidas. Lástima que pronto se desfondara el animal viniéndose todo abajo.

Fuente: Aplausos.es








Fuente: Aplausos.es

lunes, 9 de abril de 2012

Sevilla, día 8 de abril de 2012

Ficha técnica:

Ficha del festejo:
Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Lleno de no hay billetes. Toros deJuan Pedro Domecq, nobles y manejables en su conjunto aunque bajos de raza y casta. Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio por el 50 aniversario de la muerte de Juan Belmonte y por Pepe Bermejo, hombre ligado a la Empresa Pagés.

Morante de la Puebla (de catafalco e hilo blanco): silencio y ovación tras dos avisos.

Jose Mari Manzanares (de grana y oro): oreja y ovación con saludos.

Daniel Luque (de grana y oro): ovación con saludos y palmas.

Cuadrillas: saludó tras banderillear al quinto Curro Javier.

Crónica:

José María Manzanares cortó la única oreja en el tradicional festejo del Domingo de Resurrección y que inaugura oficialmente la temporada en la Maestranza de Sevilla. Morante de la Puebla y Daniel Luque -que estuvo cumbre a la verónica con su primero- saludaron sendas ovaciones. El enciero de Juan Pedro, noble y manejable, careció de raza y casta.

Pocas opciones tuvo Morante de la Puebla con el primero, un toro sin fuerza alguna aunque con un buen fondo de calidad y nobleza. Pese a que se le cuidó en el caballo, el animal se hundió en la primera serie. El sevillano, sin obligarle en ningún momento, se lo quitó de en medio con una estocada habilidosa. Frente al jabonero cuarto realizó una faena sin continuidad. El sevillano se empeñó y apostó de verdad ante un toro que no tenía nada dentro. Morante estuvo por encima, exprimiendo a su oponente en una labor larga mal rematada con los aceros. La afición le agradeció el esfuerzo con una sincera ovación.

El que hizo segundo embistió con calidad y fijeza a la templada muleta de José María Manzanares. A pesar de su noble condición le faltó cierta vibración y alma al toro de Juan Pedro. Manzanares construyó una faena bien medida, de gran torería y buena expresión. Hubo naturales y cambios de mano exquisitos. Finura y clase en la actuación del alicantino que mató de una gran estocada en la suerte de recibir. Sevilla premió el conjunto con una oreja. Su segundo fue protestado en los primeros tercios por evindenciar cierta falta de fuerza. Sin embargo, el toro aguantó en pie y ello le sirvió para que Manzanares intentara un imposible. El alicantino se topó frente a un toro soso y bajo de raza que impidió cualquier lucimiento. La espada, de nuevo, le funcionó como un cañon.

Daniel Luque firmó un soberbio recibo a la verónica al tercero de la tarde. Cumbre del torero de Gerena que toreó sumamente despacio con la capa, saliéndose hasta los mismos medios y haciendo que sonaran los acordes de la banda de música bajo una atronadora ovación. Todo hacía presagiar una buena faena, sin embargo y tras los primeros compases el toro se ancló al piso sin empuje ni transmisión. Mucha bondad aunque sin motor. El que cerró plaza fue un toro hondo, de 600 kilos pero muy desrazado. Luque alargó en exceso la faena ante un animal que nunca se empleó y esperó siempre. El de Gerena acortó distancia hasta volcarse encima de los pitones. Poco colaborador encontró Luque en el de Juan Pedro al que despachó de buena estocada.

Fuente: Aplausos.es









Fuente: Aplausos.es

martes, 3 de abril de 2012

Don Benito (Badajoz), día 1 de abril de 2012

Ficha técnica:

Ficha del festejo: Don Benito (Badajoz), domingo 1 de abril de 2012. Toros de Garcigrande, parejos, correctos de presentación y nobles en líneas generales, permitieron el lucimiento. Sin picante. Casi lleno

Morante de la Puebla (de fucsia y oro): oreja y oreja.

Julián López "El Juli" (de grana y oro): dos orejas y dos orejas.

Alejandro Talavante (de verde esperanza y oro): dos orejas y dos orejas.


Crónica:

Don Benito ha venido decididamente a quedarse en esto del toro. La pócima del éxito de Cutiño y Domínguez ha vuelto a funcionar, y el pueblo dictó su sentencia agotando casi por completo las entradas. Todos quisieron estar para ver a tres de los mandamases del toreo. Y la alegría fue mucha porque hubo tres maneras de entender la tauromaquia para el disfrute de todos presentes. Para ir haciendo afición, que se dice.

Julián López "El Juli" hizo pleno. Manda. Dos orejas en cada toro. El madrileño cuajó un extraordinario saludo a la verónica a su primero. De los que quedan en la retina. Soberbios lances. Con la muleta hilvanó una faena notable. El toro sacó fondo y ahí, El Juli tiró de cercanías dejando bien a las claras que sabe estar por encima. Estocada. Su segundo fue un toro complejo que acabó humillando. Pero ante él, El Juli impuso su ley otra vez. Faena de libro. Doblones para ahormarlo. Dos tandas por la derecha. Dos más por la izquierda, de sabio del toreo. Los adornos y los bises. Faena completa, larga, honda y vibrante que tuvo en el poder de su muleta la principal virtud. Y para terminar estoconazo.

Dos trofeos logró Talavante de su primero, uno de los mejores toros del encierro. El extremeño firmó bonitos y desmayados lances de capa antes de despachar una faena basada fundamentalmente por el pitón derecho. Variedad y gusto frente a un toro que embistió humillado y con recorrido. Sin el misterio de otras tardes, conectó con los tendidos. Mató de estocada trasera de efecto fulminante. Dos orejas. El que cerró plaza fue un animal codicioso y con motor que permitió a Talavante orquestar una labor de menos a más. Esta vez sí hubo mano izquierda para gozo de los presentes. Lo sorprendente llegó al final, con un sincero arrimón de torero bullidor en el que incluso fue volteado feamente en una talavantina. El extremeño se sobrepuso y con decisión volvió a la cara del toro para finiquitarlo de gran estocada. Otras dos orejas y gritos de ¡Torero, torero!

Una y una para Morante. Pero quizá en sus manos los momentos más toreros. Ante el que abrió plaza, un ejemplar noble aunque muy justo de fuerza, el sevillano realizó una labor larga que, pese a que le faltó ligazón e intensidad por lo paradito del toro, estuvo llena de detalles y pinceladas de gusto exquisito. Fue todo mimo y dulzura. Para el recuerdo, Dejó una estocada en todo lo alto. Su segundo apuntó de salida cierta condición de manso que más tarde confirmó. Morante, siempre dispuesto, bajo un diluvio, cuajó una notable y casi épica faena. Lo más destacado llegó sobre la mano derecha en tres series magníficas en las que primó la lentitud, el aplomo y la naturalidad en los muletazos. Casi imperiales. El sevillano renunció a dar la vuelta al ruedo debido al fuerte aguacero que caía.

Fuente: Aplausos.es







Fuente: Aplausos.es