domingo, 28 de abril de 2013

Aguascalientes (México), día 27 de abril de 2013

Ficha del festejo:
Coso Monumental de Aguascalientes, CLXXXV Feria Nacional de San Marcos. Quita corrida y sexta de abono. Casi lleno. Se lidiaron toros de Mimiahuápam, el 3º premiado con arrastre lento, buenos también 5º y 4º, los demás fueron complicados. El banderillero Christian Sánchez se desmonteró y el picador Salomón Azpeitia fue ovacionado.

Morante de la Puebla (de verde botella y oro): Silencio y ovación con saludos.

Alejandro Talavante (de lila y oro): Ovación con saludos tras aviso y oreja.

Diego Silveti (de verde manzana y oro): Dos orejas y palmas.

Crónica:
Diego Silveti abrió ayer la puerta grande de la plaza Monumental de Aguascalientes tras cortar las dos orejas al primer toro de su lote, "Determinado", del hierro de San Miguel de Mimiahuápam, premiado con el arrastre lento por su raza y bravura. También tocó pelo el extremeño Alejandro Talavante en otra emotiva faena y, aunque no cortó apéndices por fallar con la espada en su segundo, el sevillano Morante de la Puebla bordó el toreo a su segundo toro.
Poco faltó para que el coso se llenara este sábado bajo un cielo despejado y clima agradable, con motivo de la quinta corrida y sexto festejo del abono de la CLXXXV edición de la Feria Nacional de San Marcos.
Se lidiaron seis ejemplares bien presentados y con edad de la triunfadora dehesa guanajuatense de Mimiahuápam, siendo muy bueno el tercero y buenos también, en este orden, el quinto y el cuarto. Los demás acusaron complicaciones.

Fuente: Aplausos.es





sábado, 27 de abril de 2013

Sevilla, día 17 de abril de 2013.

Ficha del festejo:
Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Novena de abono. Lleno de no hay billetes. Se lidiaron cinco toros de El Pilar y uno de Moisés Fraile (6º, devuelto) sustituido por un sobrero de Parladé. Bien presentados y faltos de fondo. Tras finalizar el paseíllo el público ovacionó a Morante de la Puebla. Se desmonteraron tras banderillear al 5º Joselito Gutiérrez y Guillermo Barbero de la cuadrilla de Miguel Ángel Perera.

Morante de la Puebla (de caña y oro): Ovación con saludos y silencio.

Miguel Ángel Perera (de grana y oro): Ovación con saludos y silencio.

Daniel Luque (de berenjena y oro): Ovación con saludos tras aviso y oreja.

Crónica:

Daniel Luque ha cortado en el sexto la única oreja del festejo de hoy en Sevilla. El de Gerena obtuvo el trofeo de un sobrero de Parladé cuando la tarde parecía abocada al fracaso. Hasta la lidia de ese ejemplar que cerró plaza, sólo destacó el capote de Morante y la actitud de Perera, que recibió a sus dos toros en la puerta de chiqueros.
Así vivimos la narración on-line del festejo:
Una vez roto el paseo, la Maestranza tuvo un recuerdo para Morante por lo que el sevillano hizo el pasado lunes, tributándole una sentida ovación. El de la Puebla correspondió en un notable quite por verónicas al que dio réplica un valiente y firme Perera por gaoneras. Respondió Morante, que bordó el toreo de nuevo con el capote. Un verdadero alboroto. Sensacional el torero, con un par de lances bellísimos, otras tantas chicuelinas, con garbo y gusto, y una media que puso la plaza boca abajo. El toro de El Pilar, que salió abanto y manseando en los primeros tercios, arreó en banderillas y llegó rajado al último tercio, sin permitirle ni un muletazo al sevillano, que fue ovacionado.
Un Morante muy dispuesto y con ganas se encontró enfrente en cuarto lugar a un toro venido a menos de El Pilar que embistió andando y sin entregarse en la muleta. Brindó la faena el sevillano a Francisco Rivera Ordóñez, que se encontraba presenciando el festejo en una de las barreras de la plaza. Labor de más querer que poder coronada de una estocada habilidosa.
Perera regresó a la Maestranza y lo hizo yéndose a portagayola para recibir a "Ligante". El extremeño recetó un buen ramillete de verónicas, muy templadas. Entró en quites Luque, por ceñidas chicuelinas. Muy bien desde el inicio el extremeño ante un toro que si bien acudió con nobleza tuvo cierta sosería e irregulares embestidas. Sobrado Perera, muy por encima del toro por actitud, compromiso y exposición. Estuvo variado en una faena construida en los medios. Gustó en su vuelta al coso hispalense, rematando de contundente estocada.
El quinto capítulo de la tarde resultó insulso. De nuevo a portagayola el extremeño, que abrió su faena a media altura, cuidando al toro que anduvo muy falto de poder. Cada vez que Perera exigió con la muleta el toro se afligió. La faena, que se alargó aunque no emocionó, navegó entre la voluntad del torero y la poca emoción del animal.
Buen toro fue el que hizo tercero pese a que blandeó y le faltó empuje en el último momento del embroque. Y buena fue también la faena de Daniel Luque que anduvo inteligente administrando las fuerzas del toro para cuajar una labor, de menos a más, compuesta desde la quietud y la verdad y que tuvo los momentos más destacados en su parte final.
El sexto, con el hierro de Moisés Fraile, blandeó en exceso en los primeros compases y obligó a asomar el pañuelo verde. En su lugar salió un sobrero de Parladé que tuvo las fuerzas justas pero acabó sirviendo por el pitón derecho en la muleta, por donde galopó y duró con buen son. Por el lado izquierdo, sin embargo, fue menos agradecido, punteando los engaños resultando molesto. Hubo un momento clave en la faena: la gente pedía a la banda de música que arrancara a tocar el pasodoble, pero ésta no lo hizo y, cuando se decidió a hacerlo, el torero pidió que cortara por su demora. Sin embargo, el maestro Tristán señaló con gestos al torero que siguiera toreando, ya que él no iba a dejar de dirigir los acordes. Al final, la actitud de Luque y el espadazo que recetó en la suerte suprema justificaron la concesión de una oreja que maquilló en parte el pobre resultado de una tarde en la que hubo más toreros que toros.

Fuente: Aplausos.es

martes, 16 de abril de 2013

Sevilla, día 15 de abril de 2013

Ficha del festejo:
Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Séptima de abono. Lleno de no hay billetes. Se lidiaron toros de Núñez del Cuvillo desiguales de presentación y bajos de raza. El mejor lote el de Alejandro Talavante.

Morante de la Puebla (de grana y oro): Ovación con saludos en ambos.

Sebastián Castella (de blanco y oro): Ovación con saludos y saludos tras aviso.

Alejandro Talavante (de azul marino y oro): Silencio y saludos tras aviso.

Crónica:

Morante de la Puebla ha sublimado el toreo de capote esta tarde en la Maestranza. Esa ha sido la nota más destacada de un festejo en el que Alejandro Talavante pudo perder una oreja con la espada en el sexto, al que saludó en la puerta de chiqueros. Sebastián Castella, por su parte, recibió a su lote a portagayola, fue volteado y saludó sendas ovaciones. La corrida de Cuvillo, desigualmente presentada, fue baja de raza en general.
Así vivimos la narración on-line del festejo:
Arranca el paseíllo en la Maestranza de Sevilla con Morante de la Puebla vestido con un terno burdeos y oro, Sebastián Castella que luce un blanco y oro con bordados en lila y Alejandro Talavante que lleva un vestido malva y oro. La climatología es muy favorable, luce el sol y no hace viento. Además, el ambiente es fantástico ya que se ha colgado el cartel de "No hay billetes". La terna despacha un encierro con el hierro y la divisa de Núñez del Cuvillo.
Abrió plaza un toro jabonero y bondadoso de Cuvillo, cuya virtud principal fue la profundidad de sus embestidas por el pitón izquierdo, ya que por el derecho pegaba un pequeño gañafón a la salida de los muletazos. A Morante le gustó desde el principio el animal, toreándolo con decisión y temple de salida con el capote. Luego, muleta en mano, cimentó la faena sobre el pitón izquierdo, brillando su naturalidad y la nobleza del toro. Sonó la música pero al toro le faltó un poquito más de empuje para haber sido sublime, aunque mostró gran calidad. El sevillano anduvo entregado con él, matando de media estocada que bastó. Saludó una fortísima ovación desde el tercio.
Sebastián Castella, que brilló toreando por chicuelinas en el primero en su turno de quites, se fue a recibir al primero de su lote a portagayola. Ejecutó una emocionante larga cambiada, lanceando después de pie a pies juntos. Perdió la cara al de Cuvillo en la salida y éste le arrolló por el pecho, cogiéndole después por entre los muslos. Parecía estar herido, pero el francés permaneció en el ruedo. Al toro le faltó empuje y eso impidió que la faena de muleta tuviera continuidad. El ejemplar obedecía en los primeros muletazos de cada tanda pero tendía a pararse a partir del tercero, lo que restó brillantez a su quehacer. Muy firme el torero en todo momento, emborronó su labor con el mal uso de la espada. Saludó una ovación.
No estuvo a gusto Alejandro Talavante con el tercero. No se acopló ni se entendió el extremeño con el de Cuvillo, que tampoco fue excesivamente problemático. Fue protestado por blando el animal, aunque luego no blandeó. Con la espada mató al tercer intento y empleó por tres veces el descabello. Pasó a la enfermería aquejado de un corte en la mano izquierda.
El suceso de lo que llevamos de abono en Sevilla llegó con el toreo de capa de Morante al cuarto. Apoteósico, cumbre, extraordinario. Todos los adjetivos positivos son pocos para definir cómo toreó el sevillano a la verónica a "Galiano", al que cuajó de salida y luego en dos quites posteriores, uno de ellos por chicuelinas. Una media duró, directamente, toda una eternidad. Sonó la música en honor del torero y crujió la plaza con un toreo distinto y único. No se puede torear mejor con el capote. Luego, brindó la muerte del toro a don Ángel Peralta, pero el animal no acompañó y Morante, decidido y centrado, no pudo culminar lo que iba para lío gordo. La ovación en los medios fue tremenda.
De nuevo a portagayola se fue Castella para recibir al quinto, al que dio una larga cambiada y posterior farol de rodillas. El toro, que salió suelto del caballo, marcó desde el primer tercio su tendencia a rajarse. Se cumplieron los pronósticos y el animal terminó buscando las tablas, aunque no sacó peligro. En el inicio de la faena de muleta hizo concebir algunas esperanzas pues se movió, y Castella, pleno de quietud y ligando bien, hizo sonar la música, pero al final la faena fue una constante pelea por tratar de sujetar al de Cuvillo, que terminó junto al torero en terrenos de chiqueros. Se justificó el francés, que entró firme y derecho a matar, logrando la estocada al primer intento. El toro tardó en morir y todo quedó en saludos tras aviso.
Talavante perdió con la espada una más que probable oreja del sexto, un toro al que recibió a portagayola y duró más que sus hermanos. En esta ocasión sí entendió el extremeño al de Cuvillo, realizando una faena bien estructurada, que gustó al público por sus trazos de profundidad y quietud, sobre todo en la parte final de la faena. La labor fue larga y, como pinchó antes de la media final, sonó un aviso previo a la ovación con la que le despidió la Maestranza.

Parte facultativo de Alejandro Talavante: "herida incisa en dorso de mano izquierda producida por estoque que interesa a planos superficiales comprobándose integridad de tendones extensores. Sutura bajo anestesia local. Pronóstico leve que no le impide continuar la lidia". Por su parte, el banderillero Fernando Plaza fue atendido de una "contractura muscular en región lumbar. Se aplica analgesia tópica y Aines intra muscular. Pronóstico leve que no le impide continuar la lidia". Ambos partes están firmados por el Dr. Octavio Mulet Zayas.

Fuente: Aplausos.es











Brihuega (Guadalajara), día 6 de abril de 2013

Ficha del festejo:
Plaza de toros de Brihuega. Corrida de la Primavera. Tres cuartos de plaza. Se lidiaron toros de Garcigrande, bien presentada y noble, destacando el encastado 3º y el 6º.

Juan José Padilla (de blanco y oro): Silencio tras petición de oreja y silencio tras aviso.

Morante de la Puebla (de caña y oro): Silencio y pitos.

Alejandro Talavante (de rosa y oro): Silencio y dos orejas.

Crónica:

Alejandro Talavante ha salvado la tarde en el último toro, cortando las dos orejas y abriendo la puerta grande de La Muralla. El extremeño ha hecho una faena de menos a más a un buen toro de Garcigrande con series enfibradas sobre ambas manos. Ha llegado a los tendidos rematando con una buena estocada. Había podido pasear otro trofeo en su primero, al que le ha cuajado una buena faena luciéndose con el capote toreando a la verónica. El toro, encastado y con movilidad, se ha quedado casi sin picar y en la muleta ha permitido una labor intensa y emocionante, pero el público que no ha pedido mayoritariamente una meritoria oreja.
También ha podido cortar alguna oreja Padilla. Fácil y resolutivo ha estado con su primero. Siempre dispuesto en un trasteo limpio en el que lo mejor ha venido por el pitón derecho, sin que hayan faltado los desplantes y circulares que han calentado al público. Se le ha pedido la oreja, que el presidente no ha concedido y ha sido silenciado. Su segundo ha sido un toro noble pero sin fondo ante el que Padilla ha tirado de recursos para tratar de llegar a los tendidos. Lo ha puesto todo el jerezano en una faena larga en la que ha podido cortar una oreja de no fallar con los aceros.
El peor lote lo ha despachado Morante de la Puebla, que ha abreviado en su dos deslucidos toros.

Fuente: Aplausos.es




Sevilla, día 31 de marzo de 2013

Ficha del festejo:
Plaza de toros de la Real Maestranza de caballería de Sevilla. Domingo de Resurrección. Lleno de no hay billetes. Se lidiaron toros de Parladé (1º). Garcigrande y Domingo Hernández (5º y 6º). Los mejores 2º, 3º y 5º. En el tercio de banderillas del 5º de la tarde fue cogido "El Niño de Leganés" banderillero de la cuadrilla de "El Juli".

Morante de la Puebla (de verde botella y oro): Bronca y silencio.

Julián López "El Juli" (de azul marino y oro): Oreja y dos orejas.

Jose Mari Manzanares (de gris plomo y oro): Ovación tras aviso y ovación tras dos avisos.

Crónica:

Tarde magistral la de El Juli en Sevilla. Tres orejas, petición de rabo y Puerta del Príncipe para el madrileño, que ha protagonizado una soberbia actuación con capote y muleta frente a dos toros de Justo Hernández a los que cuajó de principio a fin. Se fue con ambos a portagayola, hizo sonar la música con la capa en su primero y realizó con los dos toros sendas faenas históricas, de máxima figura del toreo. El público, rendido ante tal exhibición de poderío, tocó las palmas por bulerías para Julián.
Así hemos vivido la narración on-line del festejo, en el que Morante y Manzanares no han podido tocar pelo:
La amenaza de lluvia en Sevilla se ha cumplido y sobre la capital hispalense está lloviendo con fuerza. Las primeras gotas llegaron justo en el momento en el que los operarios de la Maestranza retiraban la lona que durante la jornada del domingo ha protegido el ruedo, y a diez minutos escasos de la hora de inicio del festejo la intensidad de la lluvia ha aumentado considerablemente, generándose una auténtica cortina de agua a las seis y media en punto.
A las siete menos veinte, después de que los toreros salieran un momento a inspeccionar el ruedo y de que bajara notablemente la fuerza del aguacero, arrancó el paseíllo. Morante viste de verde botella y oro, El Juli de negro y oro y Manzanares de gris plomo y oro.
Morante no quiso ni ver al primero, un toro de Parladé que no mostró peligro para tanto prejuicio como mostró el de La Puebla. Duró en la cara del toro, muleta en mano, menos de un minuto, arrancando el último tercio con la espada de matar en su poder. Se lo quitó de en medio de media estocada y arreció la bronca del respetable.
La lidia del cuarto, que no transmitió nada, no tuvo apenas historia. Sólo reseñar el toreo de capa del sevillano, que lo bordó de salida. La faena de muleta de Morante navegó entre voluntades, poniendo más de su parte que en el toro anterior. Hubo silencio al final.
El Juli cortó una oreja y se le pidió con fuerza la segunda en el primer toro de su lote, al que se fue a recibirlo a porta gayola y le cuajó un emocionante saludo capotero. Luego, en el quite, en el que mezcló verónicas con cordobinas, toreó con tanta templanza que incluso hizo sonar la música de la Maestranza. El toro fue noble, buen colaborador para el torero aunque algo venido a menos y de recorrido más corto por el pitón izquierdo. El madrileño basó su labor en los medios y con la mano siempre muy baja. Muy centrado el torero en una faena en la que predominó, fundamentalmente, su quietud y su temple. Se pasó muy cerca al animal, que enseñaba las puntas, toreando con ligazón y buen ritmo en una labor maciza, repleta de verdad. Lo reventó con la espada y llegó el primer trofeo.
Faenón, lío gordo, público en pie... Faena maciza, cumbre, de las mejores de Juli en esta plaza al quinto del festejo, al que recibió también a porta gayola. Con un cuarto de muleta, haciendo gala de una vergüenza torera y capacidad brutal, bordó el toreo con despaciosidad y poderío. El toro fue grandón, obediente y muy noble. Y la estocada, como la faena, fue soberbia. El presidente sacó los dos pañuelos a la vez, del tirón, y el público incluso llegó a pedir el rabo para el torero. Antes, el animal prendió en banderillas a El Niño de Leganés. El de plata, que ya había clavado el par de banderillas, perdió pie a la salida del encuentro con el toro, cayendo al albero y sufriendo una fuerte paliza. Lleva tres cornadas, una en la parte trasera del muslo derecho, otra en la pantorilla y la tercera, parece ser, se la dio el primero del lote de Julián en un momento que pasó inadvertido para el público.
Manzanares saludó una ovación tras finiquitar el primer toro de su lote. El alicantino ejecutó una faena larga, en la que molestó mucho el viento pero en la que no se han llegado a encontrar del todo toro y torero. Hacia el final de la labor le cogió mejor el aire al toro Josemari, que calentó al público aunque, quizá, ya algo tarde. Mató de estocada tras pinchazo, sonando un aviso antes de entrar a matar.
Mejoró su imagen ante el sexto, frente al que diseñó una faena muy pura aunque fuertemente molestada por el viento. Su labor fue de menos a más, terminando dispuesto y valiente el torero intentando salvar su tarde. Terminó la faena arriba, pero falló con la espada y el descabello y todo quedó en ovación tras dos avisos.

Fuente: Aplausos.es