sábado, 10 de agosto de 2013

El Puerto de Santa María (Cádiz), día 4 de agosto de 2013.

Ficha del festejo:
Plaza de toros del Puerto de Santa María. Casi lleno. Se lidiaron toros de Juan Pedro Domecq y uno de Parladé (3º bis) serios de pitones, bajando el nivel de presentación el 2º y 3º. Fue bueno el 4º con poca duración y también destacó el bravo 6º. Al finalizar el paseíllo el público obligó a saludar a Morante y Manzanares. Saludaron tras banderillear Luis y Raúl Blázquez y Curro Javier.

Morante de la Puebla (de nazareno y oro): Silencio, silencio con algunos pitos y fuerte ovación tras aviso.

Jose Mari Manzanares (de grana y azabache): Oreja, oreja con fuerte petición de la segunda y bronca al presidente y ovación tras fuerte petición.

Crónica:
Manzanares se ha llevado el gato al agua en el mano a mano sostenido con Morante de la Puebla esta tarde en El Puerto de Santa María. Dos orejas paseó el alicantino, que sufrió una voltereta entrando a matar y que rivalizó en quites con el sevillano en el cuarto toro del festejo. Ese fue quizás el momento más emotivo de un espectáculo en el que el de La Puebla, con el peor lote, saludó una ovación.
Manzanares paseó la primera oreja de la tarde ante el segundo, un toro anovillado que se tapaba por la cara pero que causó las protestas del público de salida. Luego, tras un tercio de varas de puro trámite, el de Juan Pedro se movió bien y con calidad por el lado derecho, por donde cimentó su faena el alicantino en cuatro series destacables. Al natural toreó más despegado antes de matar de una gran estocada al volapié de la que salió el toro muerto sin puntilla.
Otro trofeo conquistó del buen cuarto, en el que el público pidió con fuerza la segunda oreja para el torero, que brindó su faena a Pepín Liria. Manzanares lo recibió con un manojo de estupendas verónicas que provocaron las palmas por bulerías del público. Lo llevó después hasta el caballo galleando por chicuelinas y Morante, percatado de la buena condición del astado, quitó por verónicas con el sello de la casa. El alicantino, espoleado por el sevillano, le replicó por tafalleras en el que fue el momento álgido de la tarde hasta ese momento. Luego, arrancó con la muleta por ayudados por alto, siguiendo la faena en los medios con cuatro series por el pitón derecho con el animal galopando bien en el engaño. Mató recibiendo después de citar al animal hasta cinco veces, dejando una estocada contraria y siendo volteado sin consecuencias.
Cerró plaza un toro bravo, exigente, que tomó la muleta con fijeza. Lo picó muy bien José Antonio Barroso e igualmente bien estuvo de nuevo Manzanares con la muleta, especialmente toreando por el pitón derecho, por donde ejecutó series de pases largos y templados. Mató de pinchazo hondo y estocada, saludando una ovación del público.
Abrió plaza un juampedro de nefasto juego. El animal, de 500 kilos y pelo colorado, se paró a plomo. Morante, que se estiró bien de salida en tres lances a la verónica por el pitón izquierdo, realizó una faena de aliño refrendada de sablazo y descabello. Hubo silencio para el sevillano y pitos para la res.
El tercero fue devuelto por descoordinado y en su lugar salió un sobrero con el hierro de Parladé de feas hechuras que se paró y derrotó ya de salida. Tomó un puyazo con genio y llegó descastado al último tercio, quedándose muy corto en sus viajes, sobre todo por el pitón izquierdo. Sólo destacó algún trinchereazo antes de matar de pinchazo hondo.
Recibió al jabonero quinto bien a la verónica, pero el animal, poco picado, llegó descastado a la faena de muleta. El sevillano, aun sin cortar orejas, logró una faena de actitud lidiadora y un fondo de valor importante. Hubo afán y voluntad en una faena larga -en la que llegó a sonar un aviso-, intentando por todos los medios el lucimiento. Faena para aficionados, que obligaron a saludar al de La Puebla.


Fuente: Aplausos.es








Pontevedra, día 3 de agosto de 2013.

Ficha del festejo:
Plaza de toros de Pontevedra. Algo más de tres cuartos de plaza. Se lidiaron toros de Alcurrucén, bien presentados y de buena condición aunque justos de fuerza. Destacó por su calidad el quinto. Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio por las víctimas del accidente ferroviario de Santiago de Compostela.

Enrique Ponce (de tabaco y oro): Ovación con saludos y palmas.

Morante de la Puebla (de catafalco y plata): Oreja tras aviso y vuelta al ruedo tras aviso.

Sebastián Castella (de celeste y oro): Oreja y oreja con petición de la segunda.

Crónica:
El segundo fue un toro de buena condición, con calidad y Morante lo cuajó de salida en un buen recibo a la verónica y un quite por chicuelinas de mucho sabor. Faena templada, parsimoniosa y de buen gusto por ambos pitones. El sevillano dejó detalles de enorme torería y belleza dentro de un conjunto variado en el que brilló su toreo sobre la izquierda. Naturales despaciosos y de notable trazo. Remató de estocada trasera pero tardó en doblar el alcurrucén, quedando el premio en una oreja. El quinto fue el toro de mejores prestaciones del encierro. De nuevo el de la Puebla se gustó con la capa en verónicas preciosas y un quite por chicuelinas marca de la casa. El sevillano bordó literalmente el toreo en una faena soberbia por su naturalidad, gusto y compás. Toreó muy despacio sobre la diestra ante un toro que persiguió el engaño con calidad y buen son. Hubo momentos para la inspiración y la improvisación. Cinco pinchazos previos a una estocada le privaron de cortar las dos orejas. Clamorosa la vuelta al ruedo.
Otro trofeo logró Sebastián Castella del tercero, un toro abanto en los primeros compases de la lidia pero al que el francés recogió muy bien en un trasteo lleno de firmeza, quietud y largura. El torero galo aprovechó el buen pitón derecho del animal para construir una labor compacta y templada. La faena al sexto, un toro flojo, la abrió Castella con estatuarios sin enmendarse. Fue faena de oficio y empeño en la que puso la emoción que le faltó al toro. Una estocada trasera le valió un segundo trofeo que le abrió la puerta grande.

Enrique Ponce saludó una ovación tras despachar al primer alcurrucén de la tarde, un toro noble y manejable pero de escasa emoción y fuerza. El valenciano puso todo de su parte en un trasteo en el que destacó su técnica, pulcritud y templanza, fundamentalmente en el toreo en redondo. No tuvo suerte con el cuarto, un toro flojo y justo de fuerzas ante el que el valenciano lo intentó por ambos lados pero el lucimiento fue imposible.

Fuente: Aplausos.es








Huelva, día 2 de agosto de 2013.

Ficha del festejo:
Plaza de toros de Huelva. Tres cuartos de plaza. Se lidiaron toros de Jandilla, correctos de presentación, nobles y manejables en conjunto pero justos de raza. Saludaron tras parear al segundo Juan Sierra y Guillermo Barbero, quien también lo hizo en el quinto con Joselito Guitiérrez.

Morante de la Puebla (de grana y oro): Oreja y ovación con saludos tras dos avisos.

Miguel Ángel Perera (de verde manzana y oro): Ovación con saludos en ambos.

Alejandro Talavante (de tabaco y oro): Oreja y ovación con saludos tras petición.

Crónica:
Morante de la Puebla paseó la primera oreja de la tarde del noble y manejable jandilla que abrió plaza. El sevillano dejó lances marca de la casa en el recibo y se lució en un posterior quite por chicuelinas. La faena tuvo como principal argumento tres series sobre la diestra armoniosas, preciosas, en las que toreó despacio y con ritmo. Duró poco el toro que se rajó en la tercera tanda. Muy bonitos fueron los adornos y remates finales, coronando su actuación de una estocada. Su segundo resultó desclasado, embistiendo con la cara alta y sin ritmo. El sevillano estuvo mucho tiempo delante de él, en faena larga y empeñosa, de mucha voluntad y en la que le buscó las vueltas al toro. Le regaló pocas embestidas el de Jandilla, pero cuando lo hizo el de la Puebla toreó con belleza y gusto. Hubo pinturería en los adornos dentro de un conjunto intermitente. Estocada. Ocho descabellos. Ovación.
Noble pero flojo fue el segundo que se encontró enfrente a un Miguel Ángel Perera muy templado. Perfecto el torero extremeño que corrió la mano con pulso y tacto sobre el pitón derecho. Le costó desplazarse al toro por el izquierdo y la faena perdió continuidad. Antes, Perera se mostró variado con el capote: verónicas a pies juntos, tafalleras, chicuelinas y remates a una mano. Estocada baja. Muy buena faena de nuevo ante el quinto, otro animal noble y manejable pero justo de raza y fondo. Con el temple por bandera, Perera se mostró muy por encima de las condiciones del toro en una faena de más a menos y en la que terminó en terrenos de cercanías.

Alejandro Talavante anduvo muy por encima del noble aunque soso tercero. Bien técnicamente el torero, que logró muletazos largos y templados al natural. Sin grandes alardes, el extremeño cuajó una faena sólida en la que destacaron los remates de pecho y las trincherillas. Una estocada en buen sitio le valió un trofeo. El sexto fue un toro noble pero rajadito al que Talavante cuajó una faena a más. Especialmente buena fue la segunda parte del trasteo, más ligada y reunida. Mató de una estocada defectuosa y a pesar de la petición de oreja, todo quedó en una ovación

Fuente: Aplausos.es







jueves, 1 de agosto de 2013

Morante en el CAPT

La puebla del Río estará presente en el próximo curso del Club de Aficionados Prácticos Taurinos. Será los días 20, 21 y 22 de septiembre cuando aficionados llegados desde diversos lugares del mundo participen en la plaza de toros de Espartinas bajo la tutela del equipo de Eduardo Dávila Miura, Nacho Moreno de Terry y Rafael Peralta y con tentadero en la plaza de tientas de Morante de la Puebla, en la Huerta de San Antonio a orillas del Guadalquivir en la localidad natal del torero.

El padrino del curso será el maestro Morante de la Puebla, aunque también contarán con la presencia y participación del Ganadero Manuel Vázquez Gago y de los hermanos Borja y Jesús Jiménez Avecilla novilleros de Espartinas.

Otro gran curso el que podrán disfrutar todos los aficionados que lo reserven, aunque en menos de 24 horas ya se ha llegado a reservar la mitad de las plazas.


Armillita y Morante.

Tras su debut con picadores en la plaza de toros de Valencia, el novillero Fermín Espinosa "Armillita" continúa con su preparación en el campo de cara a sus próximos compromisos. En los últimos días, el joven mexicano ha tenido la oportunidad de compartir entrenamiento al lado de Morante de la Puebla, quien ha ejercido de "profesor" para el novillero de dinastía. Sin duda un gran aprendizaje tanto de la técnica así como de los conceptos y profundidad del toreo.

Fuente: Aplausos.es


Valencia, día 27 de julio de 2013.

Ficha del festejo:
Plaza de toros de Valencia. Más de dos tercios de plaza. Se lidiaron toros de Juan Pedro Domecq (1º, 3º y 5º) y de Victoriano del Río (2º,4º y 6º) bien presentados y de poco juego salvo el encastado 2º y el manejable 6º. Por tercer día consecutivo se guardó un minuto de silencio por las víctimas del accidente ferroviario de Santiago de Compostela. 

Morante de la Puebla (de nazareno y oro): Silencio, silencio y oreja tras aviso.

Alejandro Talavante (de caña y oro): Oreja, silencio y oreja tras aviso.

Crónica:
Alejandro Talavante ha salido a hombros tras cortar dos orejas, una al segundo y otra al sexto, en el mano a mano que ha protagonizado esta tarde junto a Morante de la Puebla en Valencia. El extremeño contó con el mejor lote de una corrida en la que fallaron los tres toros de Juan Pedro Domecq. A pesar de ello, el sevillano arrebató por momentos al público en su lidia al quinto, obteniendo también un trofeo que no quiso pasear tras escuchar algunas protestas del público. De los de Victoriano del Río, hubo un toro importante por encastado -el segundo- y otro manejable que fue el que cerró plaza.
Así les hemos ido contando, toro a toro, el desarrollo del espectáculo:
Abrió plaza un toro de Juan Pedro Domecq de embestida mortecina. Morante, que dejó de salida varios lances a pies juntos repletos de cadencia, ritmo y temple, coronados con una chicuelina y una fantástica media, abrevió con un animal muerto en vida desde el comienzo de su lidia. Fue silenciado.
Se repitió la historia con el tercero, un colorado de Juan Pedro de preciosas hechuras pero que se paró irremisiblemente y no generó ninguna emoción. El de La Puebla apenas pudo dejar algún esbozo en el comienzo de faena sobre el pitón derecho, con un toreo limpio, armonioso y compuesto, pero el toro perdió ahí el poco gas que tenía y se acabó una película que, en realidad, prácticamente ni llegó a comenzar.
Cuando parecía que iba a por la espada con un toro de muy deslucida condición, cuando los pitos comenzaban a fraguarse y el desencanto se apoderada de los tendidos pues Morante iba a marcharse en blanco de Valencia, el sevillano se hizo el ánimo y cuajó dos series sobre la mano derecha que pusieron al público en pie. De la nada al todo, tal y como es su tauromaquia; de la decepción al alborozo en apenas unos segundos. Lástima que después el manso colorado, que nunca humilló ni quiso emplearse en las telas, no le permitiera redondear su sabrosa actuación, basada casi exclusivamente por el pitón diestro. Mató de una estocada entera y el público compensó con una oreja el esfuerzo del sevillano, quien, sin embargo, ante algunas protestas del público, decidió no pasear el trofeo.
Repitió con fondo de casta el segundo, un toro de Victoriano del Río que transmitió y tuvo emoción pero que no fue fácil porque soltaba la cara en sus emocionantes repeticiones. Talavante estuvo bien con él, desde los lances de recibo a la verónica hasta las manoletinas finales. Entre medias, un firme inicio de faena con muletazos por alto, quieta y firme la planta, sin enmendar la plana,  series alternas por ambos pitones en las que encauzó bien el torrente de embestidas del encastado morito, y una caída en la cara empujado por los cuartos traseros del bicho que añadió más tensión a la faena. Hubo oreja para el extremeño y ovación en el arrastre para la res, que dobló tras una estocada entera.
El mansurrón cuarto, más despegado del suelo, se rajó pronto y resultó deslucido. Poca historia tuvo la faena de Talavante, realizada casi en su totalidad en terrenos de tablas. Antes, provocó en el tercio de varas una espectacular caída de latiguillo al picador en su encuentro con el caballo.
Sin terminar de entregarse, el sexto fue un toro manejable. Aún pareció mejor en manos del torero, que logró importantes momentos toreando por los dos pitones. Varios naturales y derechazos tuvieron especial largura y temple. Al final de la faena, tras unas bernadinas cambiando el viaje del toro y un fenomenal cambio de mano, el toro derribó con sus cuartos traseros al torero cuando éste se dormía instrumentando un sensacional pase de pecho. Pisoteado por el animal en unos angustiosos momentos, y visiblemente maltrecho por la paliza, mató de una estocada a toro arrancado y un certero golpe de descabello dio paso a la concesión del trofeo que le abría la puerta grande.

Fuente: Aplausos.es










Santander, día 24 de julio de 2013.

Ficha del festejo:
Plaza de toros de Santander. Lleno de no hay billetes. Se lidiaron toros de Juan Pedro Domecq y de Parladé (2º), muy desiguales de presentación, nobles y manejables aunque justos de raza y fondo. Destacó por su movilidad el sexto. Se desmonteraron tras parear al segundo Juan José Trujillo y Luis Blázquez.

Morante de la Puebla (de catafalco y oro): Silencio y oreja.

Jose Mari Manzanares (de azul marino y oro): Palmas y silencio.

Juan del Álamo (de celeste y oro): Ovación con saludos y dos orejas.

Crónica:
Juan del Álamo abrió la puerta grande de la plaza de toros de Cuatro Caminos tras cortar las dos orejas del sexto. El salmantino pudo sumar un trofeo más del tercero de no haber fallado con la espada. Morante dejó una faena llena de inspiración y torería. Gran actuación del sevillano.  
Juan del Alamo fue ovacionado tras pasaportar al tercero. El salmantino salió con decisión, recibiendo al toro con una larga cambiada y verónicas a las que imprimió despaciosidad y gusto Lo llevó galleando por chicuelinas muy toreras al caballo, para ejecutar después un buen quite, también por Chicuelo. Faena variada, entregada y exponiendo en la que llegó a ser volteado sin consecuencias. El salmantino demostró templanza y firmeza. Se rajó el juampedro al final y un pinchazo privó al torero de tocar pelo. De nuevo manejó con temple el capote, moviendo bien los brazos, con torería. El salmantino, muy asentado, anduvo con serenidad y en torero, en un conjunto en el que se mostró muy por encima de un toro con movilidad y que tuvo mejores inicios que finales. Faena a más en la que puso toda la carne en el asador, enrazado el torero, logró las dos orejas en un trasteo de carácter y entrega. 
Abrió plaza un toro flojo y sin fijeza, que desarrolló un deslucido comportamiento en la muleta y que además se rajó a las primeras de cambio. Morante despertó los primeros olés de la tarde con un buen ramillete de verónicas marca de la casa. El sevillano puso empeño pero la faena no tomó vuelo. Imposible el lucimiento. Su segundo fue un toro medio al que el sevillano exprimió en una labor, cuya virtud fue ir de menos a más. Dos lances de bella factura y un quite por verónicas fueron el preludio de una faena personal y llena de torería y poso. Descalzo y en los medios, su labor alcanzó el punto álgido en el toreo en redondo. Templado, ceñido, toreó con mucho gusto y despaciosidad. Profundidad y cadencia. Con la izquierda hubo hondura, naturales de gran trazo. Preciosos los adornos finales, que recordaron tiempos pasados. Los ayudados por alto apoyado en tablas terminaron por enloquecer al respetable. Sonaron dos avisos, pinchó en el primer intento, pero no importó para que el de la Puebla cortara una oreja.

Tres verónicas templadas y media recetó Manzanares al que hizo segundo, un toro con el que la cuadrilla del alicantino -Curro Javier en la brega y Trujillo y Blázquez con los palos- protagonizó un buen segundo tercio. El toro se movió pero sin demasiado estilo ni empuje y Manzanares trató de hilvanar faena en los medios sobre la diestra y una serie al natural de buen trazo. Mató de media estocada. Palmas. Su segundo fue un toro bajo de raza, desclasado con el que no tuvo opciones de cimentar faena. 

Fuente: Aplausos.es