domingo, 18 de marzo de 2012

Arnedo (La Rioja), día 17 de marzo de 2012

Ficha técnica:

Ficha del festejo:
Plaza de toros de Arnedo, corrida del aniversario, lleno de "no hay localidades". Toros de Victoriano del Río, muy desiguales de presencia, terciados y anovillados en su mayoría y de deslucido juego salvo el segundo. El resto pitados en el arrastre. Tras el paseíllo el público obligó a saludar a los tres toreros.

Morante de la Puebla (de carmín y azabache): silencio y ovación.

Julián López "El Juli" (de ciruela y oro): dos orejas y dos orejas.

Jose Mari Manzanares (de azul rey y oro): silencio tras aviso y aplausos.

crónica:
El Juli salió en hombros en el Arnedo Arena. Alzó la voz, cortó cuatro orejas, salvó la corrida y acaparó el protagonismo de un espectáculo lastrado por el decepcionante comportamiento de los toros de Victoriano del Río, con los que Morante de la Puebla aún puso dejar algún detalle de su concepto mientras José María Manzanares quedó inédito en su paso por la localidad riojana, pues sorteó los dos peores toros del deslucido encierro en presencia y comportamiento que envió a La Rioja el ganadero madrileño.

El Juli cortó las dos orejas al segundo, el único toro bueno de Victoriano, al que ha calibrado muy bien en varas -picotazo- para apurar su calidad y mucha clase en muletazos por abajo. Hubo un Inicio espectacular, cinco estatuarios previos a una faena muy encajada desarrollada en el centro del platillo. Faena maciza y de mucho poderío, clarividencia y versatilidad. El quinto resultó protestón en cada cite de Juli reservón, amenazó con irse. Quite monumental por chicuelinas. Apertura portentosa de faena, íntegramente manufacturada por la izquierda y muy trabajada. Gravitó la responsabilidad y la sinceridad de Juli, con remates desmayados y verticales.

Correcto de presencia, con calidad y fijeza pero sin prácticamente fuerza el toro que abrió plaza permitió que se apreciara con cuentagotas la calidad capotera de Morante. Brinda al público el torero que consiguió momentos de enorme belleza que no pudo redondear por la falta de fuerza del animal. Lo pasaportó de estocada defectuosa. Muy reservón, el cuarto no rompió nunca para delante, y se mostró resistente a embestir, con complicaciones incluso. Desde el momento que se abrió de capote Morante se vio que el toro tenía problemas.

El torero hizo un esfuerzo. Hubo muletazos de su concepto hondo y profundo. A pesar de la condición del toro Morante se entretuvo y pero falló con los aceros. Manzanares sorteó primero un toro al límite de fuerza, deslucido y gazapón. La faena se ha desleído entre claudicaciones. Resultó imposible bajarle la mano. Faena excesivamente larga del alicantino, tratando de buscar un lucimiento que el toro no permitió. Poco más ofreció el sexto que iba y venía sin celo. El milagro de la sintonía entre lo que sucede en la arena y lo que trasciende al tendido no llegó a producirse.

Fuente: mundotoro.com












Fuente: Aplausos.es y mundotoro.com

miércoles, 7 de marzo de 2012

Olivenza (Badajoz) 3 de marzo de 2012

Ficha técnica:

Ficha del festejo:
Plaza de toros de Olivenza, cuarta y última de feria. Lleno de "no hay localidades". Toros de Núñez del Cuvillo, el tercero como sobrero, de distinta presencia y juego, mejor el cuarto.

Juan José Padilla: de verde esperanza y oro (oreja y oreja)

Morante de la Puebla: de catafalco y oro. (oreja y silencio)

Jose Mari Manzanares: de berenjena y oro. (oreja y ovación).

Crónica:
Hay una trilogía aceptada de las cosas que no regresan nunca: las palabras dichas, el tiempo y las oportunidades. Esa trilogía de lo que nunca vuelve hizo aguas. El hijo de un panadero de Jerez les dio hoy jaque mate. Dio su palabra de regresar al toreo y ahí está. Le dijo no al tiempo cuando lo trató de expulsar de forma cruel del toreo y el tiempo se le detuvo. La vida se le quiso escurrir de entre los dedos grandes que huelen al perfume que huelen las telas y las maderas de las banderillas y sólo el le dio se dio una nueva oportunidad. La de vivir toreando. Esa trilogía en jaque mate, Padilla, salió en hombros de los toreros: Juli, Barrera, Serafín, Talavante… lo sacaron en hombros desde el ruedo de Olivenza. En hombros las cosas que para cualquier ser humano jamás se regresan: la palabra, el tiempo, la vida.

Con las cosas que si regresan, volvió el héroe. Vestido de verde esperanza, el color de lo que nunca se derrota. En el bordado, hojas de laurel de oro, símbolo de la victoria coronada de los atletas griegos, y de los generales victoriosos de Roma. Y del toreo desde hoy, que en Olivenza fue todo cariño y sensibilidad. Tremenda carga de emoción desde que irrumpió en la plaza Padilla. En pie el cónclave, el paseíllo largo y cadencioso, con música de fondo pero sobre todo acompañado con gritos de torero, torero. Fue invitado a saludar desde el tercio y al saludar la carga emotiva se acrecentó. Se fundió en un abrazo con sus compañeros y después volvió el Padilla de siempre. La corrida de Cuvillo no acabó de romper, pero al menos permitió la salida en triunfo del protagonista y algunos chispazos de sus compañeros de terna.

Vistoso con el capote, el mismo con los palos, brindó a los doctores Valcarreres y García Perla, el toro del regreso, pero el único que no se enteró que hoy era día de homenaje fue el animal, que poco ayudó. Sin embargo, Padilla recetó algunos muletazos con mucho gusto. Volvió el espectáculo con el cuarto, el mejor del envío, con el que Padilla volvió a ser el vendaval. Lo saludó con una larga cambiada y compartió banderillas con Morante y Manzanares.

Los tres la armaron en el segundo tercio. Excelente par de Morante, muy bueno el de José María y espectacular el del jerezano, que brindó a su padre para portagonizar una faena vibrante, amenizada con varios cantes flamencos espontáneos, en la que se abandonó en algunos muletazos.

También Morante cortó una oreja del segundo. El sevillano brindó a Padilla la lidia del animal, toro con calidad al que el de La Puebla fue desgranando muletazos muy 'morantistas' que llegaron mucho a los tendidos. Los mejores momentos llegaron con la zurda. El quinto en cambio no colaboró y el sevillano optó por abreviar. Manzanares cortó otra oreja al tercero bis, toro rebrincado al que el alicantino consiguió empujar sobre todo por el lado derecho. Sin embargo lo más destacado de su labor, que también brindó a Padilla, fue una gran estocada en la suerte de recibir, por sí sola merecedora de premio. Con el sexto no pudo redondear.

Fuente:mundotoro.com









Fuente: Aplausos.es