Plaza de toros de Las Ventas de Madrid. 15ª de la feria de San Isidro. Lleno de no hay billetes. Se lidiaron toros de Jandilla (2º, devuelto, 3º y 6º) Vegahermosa (1º, 4º y 5º) Carmen Segovia (2º bis), nobles aunque bajos de raza y de escaso fondo. El mejor fue el 3º. El 1º sacó clase aunque poca fuerza. Se desmonteraron Juan Sierra tras parear al 3º y Joselito Gutiérrez tras banderillear al 6º.
Juan Serrano "Finito de Córdoba" ( de gris plomo e hilo blanco): Silencio tras aviso y silencio.
Morante de la Puebla (de nazareno y oro): Silencio en ambos.
Miguel Ángel Perera (de grana y oro): Vuelta al ruedo tras petición y aviso y silencio.
Crónica:
Miguel Ángel Perera ha protagonizado
los momentos más destacados del festejo de hoy en Madrid. Fue ante el tercero,
tras cuya lidia dio una vuelta al ruedo sin la oreja que se había ganado en la
mano por un pinchazo previo a la media estocada con la que finiquitó al toro.
Del resto de la tarde, quedaron las buenas sensaciones de Finito en su regreso
a Las Ventas, y algunos toreros detalles de Morante de la Puebla, si bien ni
uno ni otro contaron con material propicio para el triunfo. Se lidió una
corrida de Jandilla y Vegahermosa parcheada con un sobrero de Carmen Segovia.
Al encierro, noble en general, le faltó fondo para aguantar la lidia. El mejor
fue el tercero.
Así hemos vivido la narración on-line del festejo:
El que hizo tercero fue un animal de buena condición,
exigente y que tendió a meterse por dentro por el pitón derecho. Perera toreó
bien a la verónica, abrochando con una bonita media en los medios. Ajustado fue
el quite por gaoneras. En banderillas se lució Juan Sierra. Faena maciza y
contundente por la firmeza, la seguridad, el poderío y la capacidad. También
por la inteligencia, ya que no apretó al toro en el inicio para someterlo de
mitad de trasteo en adelante. Faena a más. Hubo rotundidad al natural en una
serie mandona, por abajo, largo y templado. Sensacional. Perfecto el trazo.
Cerró por bernadinas, enfrontilado con el toro y ceñidísimo. Media estocada en
buen sitio al segundo encuentro. Petición y vuelta al ruedo. El sexto se paró
demasiado pronto. De nuevo quedó patente el valor y la buena actitud y
disposición de Perera, que recibió al jandilla con un manojo de templados
lances a la verónica, pero resultó imposible redondear faena por la apagada
condición del toro.
Estudiante, con el hierro de Vegahermosa no fue el toro
ideal para el regreso de Finito de Córdoba a Las Ventas. Se le castigó en
exceso en el caballo. Flojo, deslucido, embistió rebrincado por su falta de
fuerzas. Lo fue afianzando el cordobés que dejó muletazos de fenomenal
expresión y gusto sobre ambas manos pero de escasa emoción por la condición del
toro. Un kikirikí rematado por bajo a pies juntos fue precioso. Mató de
estocada desprendida tras sonar un aviso durante la faena. A la descastada
condición del cuarto se unió un fuerte viento que sopló durante la faena. Ni al
abrigo de las tablas le dio tregua al cordobés que se topó con un toro de nula
condición. Lo mejor llegó en el capote. Mucha belleza en los lances de recibo
de Finito, que remató de sabrosa media y monumental fue la de Morante en el
quite. Un cartel de toros.
El segundo apenas se aguantaba en pie. Al límite de las
fuerzas, perdió las manos en un par de ocasiones antes de llegar al caballo.
Ante las protestas del respetable, fue devuelto. En su lugar salió un sobrero
de Carmen Segovia. No gustó el toro por sus escasas defensas y además perdió
las manos a la salida del primer puyazo. Noble y manejable, le faltó empuje y
emoción al toro y la faena de Morante navegó entre la desilusión general. Mató
al segundo intento. El quinto fue el de peor condición del encierro y, con él,
Morante abrevió. Fue silenciado.
Fuente: Aplausos. es
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