martes, 3 de abril de 2012

Don Benito (Badajoz), día 1 de abril de 2012

Ficha técnica:

Ficha del festejo: Don Benito (Badajoz), domingo 1 de abril de 2012. Toros de Garcigrande, parejos, correctos de presentación y nobles en líneas generales, permitieron el lucimiento. Sin picante. Casi lleno

Morante de la Puebla (de fucsia y oro): oreja y oreja.

Julián López "El Juli" (de grana y oro): dos orejas y dos orejas.

Alejandro Talavante (de verde esperanza y oro): dos orejas y dos orejas.


Crónica:

Don Benito ha venido decididamente a quedarse en esto del toro. La pócima del éxito de Cutiño y Domínguez ha vuelto a funcionar, y el pueblo dictó su sentencia agotando casi por completo las entradas. Todos quisieron estar para ver a tres de los mandamases del toreo. Y la alegría fue mucha porque hubo tres maneras de entender la tauromaquia para el disfrute de todos presentes. Para ir haciendo afición, que se dice.

Julián López "El Juli" hizo pleno. Manda. Dos orejas en cada toro. El madrileño cuajó un extraordinario saludo a la verónica a su primero. De los que quedan en la retina. Soberbios lances. Con la muleta hilvanó una faena notable. El toro sacó fondo y ahí, El Juli tiró de cercanías dejando bien a las claras que sabe estar por encima. Estocada. Su segundo fue un toro complejo que acabó humillando. Pero ante él, El Juli impuso su ley otra vez. Faena de libro. Doblones para ahormarlo. Dos tandas por la derecha. Dos más por la izquierda, de sabio del toreo. Los adornos y los bises. Faena completa, larga, honda y vibrante que tuvo en el poder de su muleta la principal virtud. Y para terminar estoconazo.

Dos trofeos logró Talavante de su primero, uno de los mejores toros del encierro. El extremeño firmó bonitos y desmayados lances de capa antes de despachar una faena basada fundamentalmente por el pitón derecho. Variedad y gusto frente a un toro que embistió humillado y con recorrido. Sin el misterio de otras tardes, conectó con los tendidos. Mató de estocada trasera de efecto fulminante. Dos orejas. El que cerró plaza fue un animal codicioso y con motor que permitió a Talavante orquestar una labor de menos a más. Esta vez sí hubo mano izquierda para gozo de los presentes. Lo sorprendente llegó al final, con un sincero arrimón de torero bullidor en el que incluso fue volteado feamente en una talavantina. El extremeño se sobrepuso y con decisión volvió a la cara del toro para finiquitarlo de gran estocada. Otras dos orejas y gritos de ¡Torero, torero!

Una y una para Morante. Pero quizá en sus manos los momentos más toreros. Ante el que abrió plaza, un ejemplar noble aunque muy justo de fuerza, el sevillano realizó una labor larga que, pese a que le faltó ligazón e intensidad por lo paradito del toro, estuvo llena de detalles y pinceladas de gusto exquisito. Fue todo mimo y dulzura. Para el recuerdo, Dejó una estocada en todo lo alto. Su segundo apuntó de salida cierta condición de manso que más tarde confirmó. Morante, siempre dispuesto, bajo un diluvio, cuajó una notable y casi épica faena. Lo más destacado llegó sobre la mano derecha en tres series magníficas en las que primó la lentitud, el aplomo y la naturalidad en los muletazos. Casi imperiales. El sevillano renunció a dar la vuelta al ruedo debido al fuerte aguacero que caía.

Fuente: Aplausos.es







Fuente: Aplausos.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario