Plaza de toros Nuevo Progreso de Guadalajara. Tres cuartos de entrada. Se lidiaron toros de Los Encinos (1º, 4º bis y 5º) y San Isidro, de juego desigual; y dos toros de regalo (Fernando de la Mora, bueno; y de Pepe Garfias, inválido). Destacó picando al quinto David Vázquez.
Morante de la Puebla (de verde y oro): pitos tras tres avisos, pitos tras dos avisos y silencio.
Julián López "El Juli" (de catafalco e hilo blanco): ovación con saludos, ovación con saludos y oreja con petición de la segunda.
Ricardo Frausto (de blanco y oro): ovación en el de su alternativa y palmas.
Crónica:
La tarde se la llevó El Juli, que se armó de raza e
hizo gala de su condición de figura para darlo todo en el ruedo, después de que
cierto sector del público se metiera con él en su primero, un toro que embistió
con la cara a media altura y sin emplearse, con una embestida tosca y
desclasada, virtudes que intentó tapar un templado Juli, que llevó siempre
embebido al toro en la muleta, con mando y mano baja. La faena se basó sobre la
izquierda, el mejor pitón del toro. Autoridad y raza la del torero para sacar
agua de un pozo seco. Mató al segundo intento, teniendo que descabellar.
Con la miel en los labios se quedó el público
después de que el quinto toro se lesionara la mano izquierda cuando El Juli
estaba bordando el toreo y poniendo la plaza al rojo vivo. Buen toro el de Los
Encinos, que embistió con acometividad y a más. Antes de entrar a matar, el
madrileño anunció que regalaba el sobrero. Mató a la primera.
Y con el sobrero llegó el éxtasis y lo mejor del
festejo. Con el de Fernando de la Mora, El Juli rindió al público de
Guadalajara en una faena antológica. Julián fue poco a poco metiendo en la
muleta al de Fernando de la Mora. Inicio técnico, sobando primero y sin obligar
a su oponente para después bajarle ya la mano con el toro muy entregado, cuajando
una faena torera, llena de raza y ambición, yendo a más ante un público
totalmente volcado. Faena llena de frescura con un Juli abandonado y roto,
defendiendo su sitio. Actuación importante entre gritos de ¡torero, torero!.
Mató al segundo intento, echando mano del descabello.Oreja de peso, que era de
dos, aunque el juez de plaza se negó a sacar el segundo pañuelo.
Buena suerte, nº 27, de 490 kilos y del hierro de
Los Encinos, fue el toro con el que Ricardo Frausto tomó la alternativa. Brilló
el toricantano con un buen recibo a la verónica y en un quite por ceñidas
gaoneras. Tras la ceremonia, brindó a sus padres. La pena fue que el toro no
acompañase y se rajase pronto, pero dejó muy buenas sensaciones.
Frausto no quiso quedarse atrás después de lo de El
Juli y fue todo voluntad y actitud frente al sexto. Lo dio todo con un astado
que se aplomó pronto, pero dejó muy buen sabor de boca. Mató al segundo intento
esfumándose cualquier posibilidad de premio.
No fue la tarde de Morante. Abrevió con su primero,
un toro muy agarrado al piso y con peligro con el que el sevillano lo intentó
con poca fortuna. Estuvo muy desacertado con la espada, llegando a escuchar los
tres avisos.
El cuarto se partió un pitón y fue devuelto a los
corrales. En su lugar salió un sobrero de Los Encinos, con el que Morante no lo
vio claro y volvió a abreviar. Únicamente destacó en acompasadas verónicas.
Volvió a estar desafortunado con los aceros y desató el enfado del público.
Destacó picando David Vázquez, muy ovacionado.
No contento, decidió regalar otro sobrero, de Pepe
Garfias, un inválido que se echó en el tercio de banderillas. Cuando iba a ser
apuntillado, se levantó y tras clavar un tercer par, Morante cogió la espada y
lo despachó enseguida.
Fuente: Aplausos.es
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