miércoles, 7 de mayo de 2014

Aguascalientes (México) día 26 de abril de 2014.

Ficha del festejo:
Plaza de toros Monumental de Aguascalientes (México). Cuarta de abono de la feria de San Marcos. Se lidiaron cuatro toros de San Miguel de Mimiahuapam, siendo regulares el cuarto y el sexto; el segundo también pero terminando mal y el tercero difícil. Y dos de Begoña, el primero de regular a complicado y el quinto difícil.

Morante de la Puebla (de mandarina y oro): Pitos, bronca tras aviso y bronca.

Joselito Adame (de azul añil y oro): ovación, dos orejas y ovación.

Crónica:
Joselito Adame fue el triunfador en el mano a mano con Morante de la Puebla que se celebró ayer en la Monumental de Aguascalientes. El mexicano cortó dos orejas al segundo de su lote, demostrando el gran momento que atraviesa.
Adame consintió de salida a su primero. Mostrándole el camino para que acabara rompiendo a embestir. Consiguió meterlo en la faena y dejó buenas tandas intercaladas con adornos de mucha valía torera, como pases de trinchera, desdenes y los de la firma, además de los de pecho, todo muy reunido y con expuesto oficio. En su segundo, estuvo vistoso y variado con el capote. Con la pañosa, además de aguantar y dominar al viento, elaboró un trasteo pleno de seguridad en sí mismo y en su tauromaquia, la que desarrolló por los dos pitones, alcanzando momentos de mucha calidad y clase. Acabó sacándole muletazos lentos y metido entre los pitones con la mano diestra y en un palmo de terreno haciendo levantar a la gente de sus asientos. Dos orejas. Pudo cortar más trofeos de haber estado acertado con los aceros en el que cerraba plaza tras otra faena vibrante que se vivió con intensidad en los tendidos.
Morante de la Puebla, que reaparecía después de perderse el compromiso del pasado miércoles en Zaragoza por una lesión en el hombro, no tuvo el lote más propicio para el lucimiento. Apenas pudo dejar un remillete de buenas verónicas, alguna tanda de mérito y algún trincherazo y remates con su torería habitual. Nunca estuvo cómodo con su primero y optó por abreviar. En su segundo le molestó el viento y el toro se paró pronto. Tampoco estuvo acertado con los aceros. El mismo guión sucedió en su tercero. Un toro deslucido y remiso a la embestida.

Fuente: Aplausos.es









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