miércoles, 8 de agosto de 2012

El Puerto de Santa María (Cádiz), día 5 de agosto de 2012

Ficha técnica:

Ficha del festejo:
Real Plaza de toros del Puerto de Santa María. 2ª de abono. Tres cuartos de plaza. Se lidiaron toros de Victoriano del Río (1º y 6º), Zalduendo (2º y 3º) y Juan Pedro Domecq (4º y 5º), de poco juego.

Finito de Córdoba (de catafalco y azabache): Ovación con saludos y pitos.

Morante de la Puebla (de catafalco con pasamanería blanca): Ovación con saludos tras dos avisos y oreja.

Miguel Ángel Perera (de azul marino y oro): Ovación con saludos tras aviso y ovación.

Crónica:
Abrió plaza un toro de Victoriano del Río que fue manejable aunque perdió las manos en algunas ocasiones de su lidia. Lo mejor de la labor de Finito de Córdoba llegó en tres series a compás abierto sobre el pitón derecho en una labor en la que molestó el viento. Mató de estocada y fue ovacionada. No tuvo historia la lidia del cuarto, un manso y descastadísimo animal de Juan Pedro Domecq. Ni un muletazo pudo dar Finito.

El segundo, de Zalduendo, fue un toro descastado que rompió a embestir al final gracias a la tenacidad de Morante de la Puebla. El sevillano toreó primorosamente con el capote de salida, haciendo sonar las palmas por bulerías. El animal, sin transmisión y descastado, sólo permitió detalles y esbozos del de La Puebla, eso sí, de una torería excepcional. Cuando ya había sonado un aviso, el sevillano ejecutó una postrera serie a izquierdas, pero emborronó todo con la espada, dejando dos pinchazos y un golpe de descabello. Empezó con pases por alto apoyado en el burladero la faena al quinto, que contó con un par de series de derechazos de muleta baja y extraordinario encaje. Cuando cogió la izquierda el descastado animal de Juan Pedro se vino abajo y no pudo redondear por ese lado una faena que contó con trincherillas, molinetes y demás detalles toreros de su repertorio. Mató de media algo tendida.

El primero de Perera fue bajo de raza y salió suelto en el capote. El extremeño cuajó un gran quite por gaoneras, de enorme quietud y riesgo. Sin fijeza en el comienzo de la faena, Perera lo metió en la muleta, bajándole la mano y sometiéndolo mucho. Lo llevó empapado en los vuelos en tres series de mucho mando en las que hizo embestir al toro. Finalizó por manoletinas y tras un pinchazo saludó una ovación. Otro toro soso, sin movilidad, manso y descastado fue el sexto. Lo más sobresaliente fue el quite por tafalleras rematado con serpentina que llevó a cabo el torero que, luego, muleta en mano, no pudo más que poner voluntad en una faena de escasa conexión. Pinchazo y estocada.

Fuente: Aplausos.es










Fuente: Aplausos.es

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